¡El otoño está a la vuelta de la esquina y eso significa inicio del año escolar y temporada de tareas! ¿Qué tal si armamos un rincón especial de estudio en casa?
Tener un ambiente adecuado para aprender puede hacer maravillas en la concentración, sea para los peques en primaria, los adolescentes en secundaria o incluso aquellos en la universidad.
¡Vamos a ver cómo diseñar ese rincón de estudio ideal!
Dedicar un espacio en casa específicamente para el estudio puede ser la clave para potenciar la eficiencia en el aprendizaje. Un entorno que no sea agradable estéticamente, que esté desordenado o que esté plagado de ruidos, impedirá que los estudiantes maximicen su rendimiento académico.
Diversos estudios de psicólogos revelan que el ambiente donde se estudia influye notablemente en la calidad del estudio. De hecho, se ha observado un incremento en la retención de información y en la productividad del estudio cuando los niños se encuentran en lugares cómodos, conocidos y libres de distracciones
¡Ubicación!
Puede que tengas suerte y tengas una habitación completa para el estudio, pero si no es así, no te preocupes. Siempre puedes encontrar un rincón en alguna habitación para crear ese espacio.
Cuando decidas dónde poner tu zona de estudio, es importante evitar distracciones como el tráfico constante de gente o el ruido. Por ejemplo, un estudio cerca de una lavandería ruidosa no es bueno para concentrarse.
Al crear el espacio de estudio óptimo, querrás eliminar las distracciones innecesarias para tu hijo. Lo ideal es que el televisor este ubicado en una habitación diferente. También debes recordarle cuando empiece a estudiar que guarde su móvil y apague las notificaciones.
Quién usará el espacio de estudio
La cantidad de niños que usarán el espacio afectará la cantidad de espacio que necesitas para configurarlo de manera efectiva.
Si tienes dos o más hijos, es posible que estés buscando crear un espacio de estudio compartido en casa.
Para garantizar el máximo confort y productividad, cada niño puede tener su propia área asignada en el espacio de estudio compartido. Esto permitirá crear un ambiente de aprendizaje cómodo y personalizado para cada uno.
Mobiliario útil y funcional
El primer paso para crear el espacio de trabajo ideal, es elegir una mesa de escritorio que tenga suficiente lugar para acomodar la computadora, cuadernos, libros y cualquier material de estudio que se vaya a usar. Opta por un modelo que sea resistente, robusto y que dure en el tiempo.
La comodidad es la clave, y todo comienza por la elección de la silla de escritorio perfecta. Si la silla es ergonómica, ¡mejor! Tus hijos agradecerán tener una silla que les brinde un buen apoyo en la parte baja de la espalda, especialmente en todas las horas de estudio.
Asegúrate que la silla de escritorio esté ajustada a la altura adecuada, para reducir los problemas que podrían afectar otras partes del cuerpo, como el cuello, las muñecas y las manos.
Una silla bien elegida no solo garantiza la comodidad, sino que también contribuye a un ambiente de aprendizaje más productivo y saludable.
Maximiza el espacio de almacenamiento
Estanterías modulares para niños: Estas estructuras ofrecen la ventaja de adaptarse a las diferentes necesidades y etapas de crecimiento de los niños. Además, son ideales para almacenar desde libros de texto hasta juguetes educativos, garantizando un acceso fácil y un orden visual. Baldas flotantes: Son soluciones de almacenamiento vertical que aprovechan al máximo el espacio de pared. Ideales para colocar libros de lectura frecuente, premios o trofeos, y otros artículos de interés.
Cajones con divisores ajustables: La versatilidad es esencial. Los divisores ajustables permiten segmentar el espacio de acuerdo con los útiles escolares. Cajas etiquetadas: Ayudan a segmentar y clasificar materiales por categorías. Al etiquetarlas, facilitas que el niño identifique y acceda al contenido, promoviendo además la autonomía y el orden. Cestas y contenedores de tejido: Estas soluciones suaves son ideales para guardar pequeños juguetes didácticos o material menos frágil. Además, añaden un toque acogedor y estético al espacio de estudio.
Zona de arte con almacenamiento vertical: Para aquellos niños que aman dibujar o pintar, un sistema vertical donde puedan colgar sus creaciones y al mismo tiempo tener sus materiales a mano es esencial. Pegboards o tableros perforados: Estos sistemas, además de ser estéticamente agradables, son extremadamente versátiles. Pueden adaptarse con ganchos, estantes pequeños o contenedores para organizar desde lápices y marcadores hasta notas y recordatorios.
Gestión de cables: En la era digital, es común que los niños utilicen dispositivos electrónicos para estudiar. Organizadores de cables y bandejas ocultas pueden ayudar a mantener un espacio limpio y despejado.
Bolsillos colgantes de pared: Son perfectos para guardar papeles, notas, tareas pendientes o incluso revistas. Estos sistemas, al estar a la vista, recuerdan a los niños las tareas o lecturas pendientes.
Al diseñar un espacio de estudio para niños, es vital considerar sistemas de almacenamiento que sean flexibles y puedan adaptarse a sus cambiantes necesidades. La correcta elección y ubicación de estos sistemas no solo maximizará el espacio disponible, sino que también instará a los niños a mantener un entorno ordenado, favoreciendo así su concentración y rendimiento académico.
Asegúrate de que la iluminación y los colores sean los correctos
Si puedes, coloca tu escritorio cerca de una ventana para aprovechar la luz natural y evitar cansar la vista. Las horas de trabajo y estudio pueden agotar, por eso es clave tener una iluminación adecuada.
Si la luz del día no es suficiente, asegúrate de tener una lámpara que no genere sombras en el escritorio, brindando una luz nítida y centrada en tu área de estudio. Una lámpara de escritorio con ajuste de intensidad no solo evita la fatiga visual, sino que también contribuye a la creación de un ambiente que estimula la concentración.
Elegir los colores adecuados es clave. Lo ideal es evitar tonos brillantes y en su lugar optar por tonos neutros y relajantes como azules o verdes pasteles, que inspiran tranquilidad. Por otro lado, el color amarillo para impulsar el optimismo y la creatividad.
Hazlo personal para tu hijo
Decora el rincón de estudio de tus hijos con elementos que reflejen su personalidad y les inspiren. Elige sus colores o personajes animados favoritos, úsalos con moderación para no crear un ambiente muy cargado y evitar distracciones.
Unas frases inspiradoras y fotografías que les motive son perfectas para el espacio. También considera añadir un calendario o tablero de corcho de buen tamaño; allí podrán anotar fechas importantes, tareas y horarios de clases.
Las plantas de interior son un gran complemento: no solo dan vida y belleza al lugar, sino además, purifican el aire, ¡ideal para esos momentos de estudio!
En resumen, deja volar tu imaginación y, junto a tus hijos, crea un lugar alegre y acogedor.
Fuentes imagenes, Crate&barrel, Svoya Studio