En este rincón, cada elemento ha sido escogido pensando en la practicidad y la comodidad. Los cojines no solo decoran, también convierten la banca en el lugar perfecto para quitarte los zapatos. Y esa alfombra, además de darle calidez a tus pies, ayuda a definir el espacio, invitando a dejar fuera el ajetreo y a disfrutar de la tranquilidad de tu santuario personal.

Un banco, un taburete o incluso un sillón, si el espacio lo permite, quedarán bien. Pero no olvides tener en cuenta a todos los miembros de tu familia, como, por ejemplo, colocar una silla pequeña donde tus hijos puedan ponerse los zapatos. Esto garantizará que entren y salgan por la puerta sin problemas.

Si el recibidor es de pocos metros, lo mejor es un mueble pequeño que utilices como apoyo nada más al entrar en casa. Como un perchero donde la gente pueda colocar sus chaquetas, carteras, bolsos, etc. Además evita llenar el espacio en la pared con ganchos.

Un mueble cerrado puede mejorar completamente una entrada. Proporciona espacio para colocar las llaves, el correo, elementos de abrigo como guantes y gorros. También permite guardar los zapatos de una manera organizada fuera de la vista.

Otra de las opciones es un banco con almacenamiento incorporado. Esto mantendrá tus cosas ordenadas y fáciles de encontrar, al mismo tiempo que evitará el desorden visual. También, puedes completar el diseño con un perchero sobre el banco.

Imagen, West Elm