¿Por qué el estilo personal es tan importante en la decoración del hogar?
El diseño de interiores no se trata solo de cómo se ve tu hogar, sino de lo que te hace sentir cuando estás en él. Es mucho más que apariencia; se trata de rodearte de piezas que conecten contigo, que hablen de tus gustos y valores, y que transformen cada rincón en un reflejo de quién eres.
Porque no es suficiente con que el diseño sea bonito, también debe ser significativo, permitiendo que cada objeto cuente una pequeña historia. No se trata de seguir las modas, sino de crear un entorno auténtico y personal.
Entonces, ¿qué significa exactamente? Al final, la decoración de tu hogar no se reduce a cómo se ve, sino a cómo funciona para ti y cómo te hace sentir cada vez que entras por la puerta y sabes que, pase lo que pase, este es tu lugar.
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Como fuente de inspiración, nos sentimos atraídos por el estilo Bohemio Jungalow. Nos encanta porque permite incorporar detalles acogedores y piezas con una identidad única que llenan de carácter cada espacio, creando ambientes que se sienten auténticos y vibrantes.
¡Explora tu propia expresión al diseñar tu hogar!
Observa cada rincón, los colores, las texturas, los muebles… y toma nota de lo que realmente te inspira y resuena contigo. Porque al final, se trata de rodearte de aquello que habla de ti y te hace sentir en casa.
¿Qué es Jungalow?
Este estilo tiene la filosofía de “más es más”. Colores expresivos, estampados con vibraciones de jungla y abundancia de árboles, plantas y flores de interior.
Es para los de espíritus libres, como la artista e interiorista Justina Blakeney definió en su bestseller The New Bohemians: Cool and Collected Homes.
Para la creadora del estilo Jungalow, “Decorar se trata de sentirse libre, de divertirse, de rechazar las nociones tradicionales sobre qué va con qué (que dice que todo en una habitación debe ir a juego) y volverse un poco salvaje”.
¡Una colorida expresión de personalidad!
Patrones y colores
Los patrones y las texturas son el alma de la decoración Bohemia, combinándose con un aire desenfadado que, sin embargo, está planeado al detalle. Es ese aparente desorden cuidadosamente diseñado lo que hace que este estilo se sienta tan auténtico y libre.
El secreto, según Justina Blakeney, está en el color: “Si los colores de los patrones armonizan con el esquema de la habitación, es fácil mezclarlos y lograr un conjunto coherente”.
Las posibilidades son infinitas: tapizados con motivos vibrantes, alfombras llenas de historia, piezas artesanales, mantas y cojines que invitan a la comodidad, almohadones esparcidos en el suelo y pufs marroquíes que aportan ese toque ecléctico. Obras de arte, baldosas con carácter y papeles tapiz que llenan de vida cualquier pared.
El resultado es un juego de capas y más capas de color, con motivos tropicales como hojas, árboles, flores y palmeras que se entrelazan con patrones geométricos y detalles étnicos, dando lugar a un ambiente cargado de personalidad y calidez.
El Encanto de los Hallazgos Únicos
Uno de los mayores placeres de la decoración Bohemia es encontrar tesoros escondidos en tiendas de segunda mano y mercados vintage. Estos hallazgos aportan un estilo inigualable y auténtico, lleno de historia y carácter, que añade profundidad a cualquier espacio.
Los muebles preferidos suelen ser aquellos con un toque desgastado y una pátina que hable de su pasado, especialmente en maderas cálidas que transmiten esa sensación de hogar acogedor. Un sofá o sillón con tapicería de terciopelo, por ejemplo, no solo añade textura y color, sino que también se convierte en el punto focal de la habitación, invitando a disfrutar de momentos de relax.
A esto se suman piezas de materiales naturales como el ratán y el mimbre, que aportan un aire ligero y fresco, equilibrando la opulencia de otros elementos. Desde butacas y mesas auxiliares hasta grandes estanterías llenas de personalidad, estos materiales versátiles destacan por su capacidad de integrarse en cualquier entorno, haciendo que el espacio se sienta vivo y lleno de matices.
Cada mueble y objeto encontrado no es solo una pieza decorativa, sino una pequeña obra de arte que lleva consigo historias de otros tiempos, esperando ser entrelazada con la tuya.
La Magia de las Plantas
Las plantas ocupan un lugar protagonista en el estilo Jungalow, llenando los espacios de frescura y vitalidad. Como dice Justina Blakeney, “Agregar algo que está vivo a tu hogar, ya sean mascotas, plantas o personas, es lo que realmente convierte una casa en un hogar”.
Cuidar de ellas no solo embellece el entorno, sino que también nos conecta con la naturaleza de una manera profunda y significativa. “Cuidar las plantas es bueno para el alma”, afirma Blakeney, recordándonos que incorporar elementos naturales a nuestros espacios no es solo una elección decorativa, sino una forma de vida que nos acerca a lo que somos.
En su visión, “Estamos destinados a estar rodeados de naturaleza, y traerla al hogar es una manera hermosa de vivir”. Las hojas, ramas y flores aportan un toque de armonía y equilibrio, creando un ambiente donde cada rincón respira y vibra con energía propia.
"Spirit Enviroment"
Decora con Elementos que Resuenan Contigo
“Cuando puedes identificar qué entorno te atrae, es más fácil tomar elementos de él y llevarlos a tu hogar”, explica Justina Blakeney. No se trata solo de copiar un estilo, sino de capturar la esencia de un lugar: la paleta de colores, los aromas y las texturas que te inspiran y te conectan con ese espacio especial.
El audaz estilo de Blakeney, por ejemplo, se nutre de motivos tropicales llenos de colores vibrantes, abundancia de plantas, patrones y texturas maximalistas, y toques bohemios como muebles de ratán y piezas artesanales. Pero, como ella misma señala, el estilo personal puede surgir de cualquier entorno: algunos se sentirán atraídos por la serenidad de las playas, la amplitud de las praderas o incluso la calma de los paisajes desérticos.
Lo más importante es basar la decoración en los lugares que te hacen sentir en casa. “Quizá descubras que te inspiran más de un entorno». «Tal vez quieras que tu dormitorio refleje la calidez del desierto, mientras que tu sala de estar tenga la energía relajada de un paisaje costero” dice Blakeney. Se trata de darle a cada espacio la oportunidad de contar su propia historia y capturar diferentes matices de lo que te inspira.
El ambiente favorito de Justina Blakeney es la selva
El entorno favorito de Blakeney es la selva, que inspira interiores exuberantes, vibrantes y llenos de vida. Los tonos predominantes son verdes profundos, salpicados de colores cálidos que evocan la riqueza del follaje tropical. Los patrones con hojas, motivos étnicos y estampados de animales se combinan a la perfección con las imprescindibles plantas tropicales que dan ese aire salvaje y acogedor a cualquier espacio.
¿Prefieres la playa?
Entonces, busca crear un ambiente relajante, refrescante y lleno de energía positiva. Las paletas ideales son los azules profundos, los verdes alga y los tonos arena, con sutiles toques de coral para dar un acento vibrante. Opta por materiales naturales, como fibras tejidas y troncos desgastados por el mar, que aportan ese encanto costero tan relajante.
¿O te sientes más atraído por la serenidad de la pradera?
En ese caso, elige un entorno lleno de equilibrio y calma, con una paleta suave que combine tonos terrosos y delicados amarillos, rosas empolvados y blancos rotos. Los patrones con flores silvestres y árboles de interior aportan la frescura y la sencillez de la vida campestre, creando un espacio donde reina la tranquilidad y la belleza natural.
Si te atrae la calidez del desierto…
Imagina el Sáhara: un entorno sereno, cálido y bañado por el sol. Los tonos arena y anaranjados dominan la paleta, realzados con acentos de azul cielo que evocan las tardes despejadas. Los accesorios ideales son tapices artesanales, alfombras con motivos geométricos y plantas crasas que aportan un toque de vida resistente en medio de este paisaje árido y sofisticado.
¿Te inclinas más por las montañas?
Entonces, buscas un interior natural y acogedor, que combine la frescura de la naturaleza con una sensación de refugio cálido. Opta por una gama de marrones, dorados, verdes y blancos, acompañados de materiales orgánicos como la madera, textiles envolventes y pieles sintéticas. Añade velas y lámparas de mesa para crear ese ambiente íntimo y sereno que invita a relajarse.
¿Eres más del estilo invernal?
Si las montañas nevadas y los suéteres de lana trenzada son tu debilidad, entonces tu inspiración está en un winter wonderland. Una paleta de blancos, cremas y toques plateados reflejará la magia de los paisajes invernales, creando un espacio donde cada detalle irradie frescura y calma, como un verdadero refugio en medio de la nieve.
Blakeney dividió el estilo bohemio
Bohemio Rústico
Cuando entras en un hogar tan lleno de arte y artesanías que la línea entre casa y museo se desvanece, estás en la casa de un auténtico bohemio rústico. Estos espacios se construyen alrededor de la familia y la tradición; cada pieza de arte tiene una historia detrás: la de una abuela, un viaje exótico o un hallazgo inesperado. Repleto de experiencias y aventuras, el bohemio rústico es un cazador de tesoros y un apasionado coleccionista. Es alguien que ve potencial en cada objeto, creando un hogar donde cada rincón cuenta un relato único.
Bohemio Moderno
Ya sea que vivan en una casa de principios del siglo XX, en una cabaña en la montaña, un loft urbano o incluso en un domo en el desierto, los bohemios modernos combinan la funcionalidad y las líneas limpias del diseño moderno con la libertad decorativa del estilo bohemio. El resultado es un espacio donde la simplicidad convive con la exuberancia, creando una estética equilibrada, pero llena de carácter
Bohemio Terrenal
Aquí, la naturaleza tiene el control. Los hogares de los bohemios terrenales están llenos de elementos que evocan la vida al aire libre: mimbre, lana, plantas y mascotas, combinados con tonos tierra y maderas envejecidas. Relajados, aireados y con un encanto rústico, estos espacios son perfectos para aquellos que encuentran su equilibrio entre la serenidad de lo natural y la magia de lo etéreo. Es el refugio ideal para quienes tienen los pies firmes en la tierra y la cabeza siempre soñando con las estrellas.
Nómada Bohemio
Cuando el alma de un viajero se encuentra con el ojo de un esteta, nace el estilo del bohemio nómada. Sus hogares son vibrantes collages de textiles, recuerdos efímeros y cualquier objeto recogido a lo largo de sus aventuras, ya sea en el mundo real o en exploraciones virtuales. La esencia de sus espacios es el movimiento constante: muebles, objetos e incluso habitaciones enteras se reorganizan y transforman con frecuencia. En estas casas, las cosas entran y salen al ritmo de sus habitantes, reflejando la importancia de viajar y descubrir. Para el nómada bohemio, el hogar es más un estado de ánimo que un lugar fijo.
El bohemio maximalista no busca ofender al minimalista, pero mientras este elimina lo superfluo, el maximalista se rodea de todo lo que le inspira. Aquí, el arte cubre las paredes, las plantas y patrones abundan, y los muebles y suelos se visten con cojines y telas vibrantes. Las repisas están llenas de libros y objetos preciados, creando un caos visual cargado de personalidad. Lejos de seguir reglas de orden o combinación, este estilo celebra la libertad de decorar sin restricciones.
Bohemio Romántico
El bohemio romántico es un juego de opuestos: lo natural y lo exótico, lo narrativo y lo poético. Cada objeto, desde un piano antiguo hasta un pequeño jarrón, tiene un aire teatral y misterioso. La casa se convierte en un escenario lleno de detalles dramáticos y elementos inesperados que coquetean entre el arte y la fantasía, creando un ambiente glamoroso y casi de ensueño.
“Nadie puede realmente decirte cómo algo te puede hacer sentir. Tienes que descubrirlo por ti mismo” Justina
Fuente imágenes: jungalow.com